Sherwood Anderson (1876–1941).  Winesburg, Ohio.  1919.

Translation by ...
Edición bilingüe, español- inglés, de Ivan Vargas y Miguel Garci-Gomez
Dept. Romance Studies of Duke University
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The Book of the Grotesque

EL LIBRO DE LO GROTESCO

THE WRITER, an old man with a white mustache, had some difficulty in getting into bed. The windows of the house in which he lived were high and he wanted to look at the trees when he awoke in the morning. A carpenter came to fix the bed so that it would be on a level with the window. EL escritor, un anciano de bigote blanco, se metió en la cama con dificultad. Las ventanas de la casa en que vivía eran muy altas y él quería ver los árboles cuando se despertaba por la mañana. Vino un carpintero para arreglarle la cama y dejarla a la altura de la ventana.
  Quite a fuss was made about the matter. The carpenter, who had been a soldier in the Civil War, came into the writer’s room and sat down to talk of building a platform for the purpose of raising the bed. The writer had cigars lying about and the carpenter smoked. Se organizó un buen revuelo con aquello. El carpintero, que había sido soldado en la Guerra Civil, entró en la habitación del escritor y le propuso construir una tarima para elevar la cama. El escritor tenía unos cigarros por ahí y el carpintero se puso a fumar.
  For a time the two men talked of the raising of the bed and then they talked of other things. The soldier got on the subject of the war. The writer, in fact, led him to that subject. The carpenter had once been a prisoner in Andersonville prison and had lost a brother. The brother had died of starvation, and whenever the carpenter got upon that subject he cried. He, like the old writer, had a white mustache, and when he cried he puckered up his lips and the mustache bobbed up and down. The weeping old man with the cigar in his mouth was ludicrous. The plan the writer had for the raising of his bed was forgotten and later the carpenter did it in his own way and the writer, who was past sixty, had to help himself with a chair when he went to bed at night. Los dos discutieron un rato sobre el modo de elevar la cama y luego hablaron de otras cosas. El soldado sacó la guerra a colación. De hecho, el escritor le empujó a hacerlo. El carpintero había estado en la prisión de Andersonville y había perdido a un hermano. El hermano había muerto de hambre y siempre que el carpintero hablaba de ello se echaba a llorar. Al igual que el anciano escritor, tenía el bigote blanco y, cuando lloraba, fruncía los labios y el bigote se movía arriba y abajo. Aquel anciano lloroso con un cigarro en la boca resultaba ridículo. Al final, olvidaron el modo en que el escritor había pensado elevar la cama y el carpintero acabó haciéndolo a su manera y el escritor, que pasaba de los sesenta años, tenía que ayudarse de una silla para meterse en la cama por las noches.
  In his bed the writer rolled over on his side and lay quite still. For years he had been beset with notions concerning his heart. He was a hard smoker and his heart fluttered. The idea had got into his mind that he would some time die unexpectedly and always when he got into bed he thought of that. It did not alarm him. The effect in fact was quite a special thing and not easily explained. It made him more alive, there in bed, than at any other time. Perfectly still he lay and his body was old and not of much use any more, but something inside him was altogether young. He was like a pregnant woman, only that the thing inside him was not a baby but a youth. No, it wasn’t a youth, it was a woman, young, and wearing a coat of mail like a knight. It is absurd, you see, to try to tell what was inside the old writer as he lay on his high bed and listened to the fluttering of his heart. The thing to get at is what the writer, or the young thing within the writer, was thinking about. En la cama el escritor se tumbó sobre un costado y se quedó quieto. Hacía muchos años que le preocupaba el estado de su corazón. Era un fumador empedernido y tenía palpitaciones. Se le había metido en la cabeza que un día moriría de forma repentina y al acostarse siempre le acometía aquella idea. No tenía miedo. En realidad, surtía en él un efecto raro y difícil de explicar. Se sentía más vivo, allí en la cama, que en cualquier otro momento del día. Yacía totalmente inmóvil y su cuerpo era viejo y ya no servía de mucho, pero algo en su interior seguía siendo joven. Era como una mujer encinta, sólo que lo que llevaba en su seno no era un bebé sino un joven. No, no era un joven: era una mujer, joven y vestida con una cota de malla como la de un caballero andante. Aunque, en realidad, es absurdo tratar de explicar lo que el anciano escritor llevaba dentro mientras estaba tumbado en su cama elevada y escuchaba las palpitaciones de su corazón. Lo que de verdad importa es saber lo que pensaba el escritor, o aquel ser joven que había en su interior.
  The old writer, like all of the people in the world, had got, during his long fife, a great many notions in his head. He had once been quite handsome and a number of women had been in love with him. And then, of course, he had known people, many people, known them in a peculiarly intimate way that was different from the way in which you and I know people. At least that is what the writer thought and the thought pleased him. Why quarrel with an old man concerning his thoughts? El anciano escritor, igual que le ocurre a todo el mundo, había pensado muchas cosas a lo largo de su longeva vida. En sus tiempos había sido bastante apuesto y varias mujeres se habían enamorado de él. Y, por supuesto, había conocido a gente, mucha gente, y los había conocido de un modo particularmente íntimo, distinto del modo en que usted o yo conocemos a la gente. Al menos eso creía el anciano escritor y la idea le gustaba. ¿Por qué discutir con un viejo acerca de lo que cree o deja de creer?
  In the bed the writer had a dream that was not a dream. As he grew somewhat sleepy but was still conscious, figures began to appear before his eyes. He imagined the young indescribable thing within himself was driving a long procession of figures before his eyes. En la cama el escritor tuvo un sueño que no era un sueño. A medida que se iba quedando dormido, aunque todavía despierto, empezaron a aparecer figuras ante sus ojos. Pensó que aquel ser joven e imposible de describir que llevaba dentro estaba haciendo desfilar una larga procesión de figuras ante sus ojos.
  You see the interest in all this lies in the figures that went before the eyes of the writer. They were all grotesques. All of the men and women the writer had ever known had become grotesques. Lo interesante de esto radica en las figuras que pasaron ante los ojos del escritor. Eran todas grotescas. Todos los hombres y mujeres que el escritor había conocido en su vida se habían vuelto grotescos.
  The grotesques were not all horrible. Some were amusing, some almost beautiful, and one, a woman all drawn out of shape, hurt the old man by her grotesqueness. When she passed he made a noise like a small dog whimpering. Had you come into the room you might have supposed the old man had unpleasant dreams or perhaps indigestion. No todos eran horribles. Algunos eran graciosos, otros casi hermosos y uno, una mujer que parecía muy desmejorada, impresionó mucho al anciano por lo grotesca que era. Cuando la vio pasar soltó un ruido como el gañido de un perrito. Cualquiera que hubiese entrado en ese momento en la habitación habría pensado que el anciano tenía una pesadilla o sufría tal vez de indigestión.
  For an hour the procession of grotesques passed before the eyes of the old man, and then, although it was a painful thing to do, he crept out of bed and began to write. Some one of the grotesques had made a deep impression on his mind and he wanted to describe it. A lo largo de una hora, la procesión de personajes grotescos desfiló ante los ojos del anciano, y luego, aunque le costara un gran esfuerzo hacerlo, salió a rastras de la cama y empezó a escribir. Varios de aquellos seres grotescos le habían causado una impresión muy profunda y quería describirla.
  At his desk the writer worked for an hour. In the end he wrote a book which he called “The Book of the Grotesque.” It was never published, but I saw it once and it made an indelible impression on my mind. The book had one central thought that is very strange and has always remained with me. By remembering it I have been able to understand many people and things that I was never able to understand before. The thought was involved but a simple statement of it would be something like this: El escritor estuvo una hora trabajando en su mesa. Al final escribió un libro que llamó «El libro de lo grotesco». Nunca llegó a publicarse, pero yo tuve ocasión de leerlo una vez y dejó una huella indeleble en mi imaginación. El libro tenía una idea central que resulta un tanto extraña y que no he olvidado jamás. Recordándola, he podido comprender a mucha gente y muchas cosas que antes me habían resultado incomprensibles. Era una idea complicada, pero se podría explicar de forma sencilla más o menos así:
  That in the beginning when the world was young there were a great many thoughts but no such thing as a truth. Man made the truths himself and each truth was a composite of a great many vague thoughts. All about in the world were the truths and they were all beautiful. Al principio, cuando el mundo era joven, había una enorme cantidad de ideas, pero no eso que llamamos una verdad. Fue el hombre quien hizo las verdades y cada una de ellas consistía en una mezcla de varios pensamientos más o menos vagos. Las verdades se extendieron por todo el mundo y todas eran hermosas.
[…] Cualquiera imaginará que el anciano, que se había pasado la vida escribiendo y haciendo acopio de palabras, escribió cientos de páginas a propósito de aquel asunto. La cuestión llegó a adquirir tales proporciones en su imaginación que él mismo corrió el riesgo de volverse grotesco. No llegó a serlo, supongo, por la misma razón por la que nunca publicó el libro. Lo que le salvó fue aquel ser joven que llevaba en su interior.
  The old man had listed hundreds of the truths in his book. I will not try to tell you of all of them. There was the truth of virginity and the truth of passion, the truth of wealth and of poverty, of thrift and of profligacy, of carelessness and abandon. Hundreds and hundreds were the truths and they were all beautiful. El anciano había anotado cientos de verdades en su libro. No trataré de reproducirlas aquí todas. Estaban la verdad de la virginidad y la verdad de la pasión, la verdad de la riqueza y de la pobreza, del ahorro y el dispendio, del descuido y el abandono. Cientos y cientos de verdades y todas hermosas.
  And then the people came along. Each as he appeared snatched up one of the truths and some who were quite strong snatched up a dozen of them. Y luego apareció la gente. A medida que fueron llegando, cada cual se apropió de una verdad y algunos que eran más fuertes se apropiaron de una docena de ellas.
  It was the truths that made the people grotesques. The old man had quite an elaborate theory concerning the matter. It was his notion that the moment one of the people took one of the truths to himself, called it his truth, and tried to live his life by it, he became a grotesque and the truth he embraced became a falsehood. Lo que volvía grotesca a la gente eran las verdades. El anciano tenía una teoría muy elaborada al respecto. En su opinión, siempre que alguien se apropiaba de una verdad, la llamaba su verdad y trataba de regir su vida por ella, se convertía en un ser grotesco y la verdad que había abrazado se transformaba en una falsedad.
  You can see for yourself how the old man, who had spent all of his life writing and was filled with words, would write hundreds of pages concerning this matter. The subject would become so big in his mind that he himself would be in danger of becoming a grotesque. He didn’t, I suppose, for the same reason that he never published the book. It was the young thing inside him that saved the old man. Cualquiera imaginará que el anciano, que se había pasado la vida escribiendo y haciendo acopio de palabras, escribió cientos de páginas a propósito de aquel asunto. La cuestión llegó a adquirir tales proporciones en su imaginación que él mismo corrió el riesgo de volverse grotesco. No llegó a serlo, supongo, por la misma razón por la que nunca publicó el libro. Lo que le salvó fue aquel ser joven que llevaba en su interior.
  Concerning the old carpenter who fixed the bed for the writer, I only mentioned him because he, like many of what are called very common people, became the nearest thing to what is understandable and lovable of all the grotesques in the writer’s book. En cuanto al anciano carpintero que arregló la cama del escritor, tan sólo lo he traído a colación porque, como les ocurre a muchos de esos a los que llamamos gente corriente, se convirtió en lo más parecido a algo comprensible y amable de entre todos los seres grotescos del libro del escritor.